martes, 3 de junio de 2014

CEREZO

El cerezo de flor es un árbol silvestre de origen japones. Capaz de alcanzar los cuatro o cinco metros de altura, tiene una envergadura de tres a cuatro metros de ancho. Conocido por sus célebres floraciones dando la bienvenida a la primavera. Destaca por sus hojas, de color bronce al principio y verde oscuro después, y sus flores blancas o rosadas. Se cultiva en jardines o en alineaciones en calles.


Nuestra primera cosecha
Ubicación: Exterior
Luz: Luz directa del sol
Temperatura: Clima templado, aunque pueden aguantar temperaturas bajas.
Riego: moderado

Cuidados:
Requiere una exposición directa al sol y tolera cualquier tipo de suelo, siempre que sea fresco y fértil. El cerezo no necesita que se pode, salvo que haya que eliminar ramas viejas o desviadas. Se reproduce por esqueje leñoso o por injerto. El cerezo es sensible al pulgón.

La poda del cerezo:
A la hora de cultivar los cerezos, un aspecto muy importante es que la talla quede siempre a la altura de la mano para facilitar así la cosecha de las cerezas. Para ello, los cerezos deben ser podados de una manera concreta para que tengan esa forma tan abierta y horizontal.

A la hora de podar un cerezo, encontrados dos tipos de poda: la poda de fructificación y la poda de formación. Esta segunda poda es la que ayuda que el árbol tenga esa forma tan abierta como si fuera una copa. En estos casos, el tronco suele ser muy bajito y a partir de una pequeña altura, el árbol empieza a ramificar. Así, gracias a la poda de formación se logra que los cerezos puedan ser cultivados de manera que la talla quede a la altura de la mano.

A la hora de realizar la poda, se deberán podar ramas un tanto gruesas (ramas de unos pocos años) para ir dándole esa apertura al árbol. También ramas finas y largas que son los brotes vigorosos del año anterior. Estos se eliminan para mantener el árbol contenido y para que no tenga mucha altura. Así se le quita fuerza al crecimiento vegetativo. Una vez podadas todas las ramas, quedarán las ramas llamadas chupasavias. Estas ramas son las encargadas de que la savia llegue a ese punto y que así las hojas comiencen a salir de las ramas en primavera.

Las yemas de flor de los cerezos, están concentradas en los dardos, por lo que no hay que retirarlos Hay que podar las ramas más vigorosas para provocar la aparición de ramas laterales que con los años producirán los dardos.

En definitiva, hay que seleccionar los brotes laterales más adecuados y promover la penetración de luz en el interior.
Cuándo podar los cerezos

El mejor momento para podar los cerezos es en septiembre, ya que en esta época se consigue una rápida cicatrización de la herida y se evita la gomosis, una enfermedad muy típica de los cerezos.


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